Las cosas post graduación han sido extrañas. Me siento como en vacaciones perpetuas, a pesar de estar en el coro y en la academia dando clases de piano. Además de eso me uní a tres cantantes a ver si algo surgía: la primera y única hasta el momento ha sido Marychuy, con quien monté un recital a beneficio de una asociación de monjas enfermeras que se dedican a cuidar enfermos en etapa terminal, sin costo.
Conversando y bromeando, Marychuy decidió que ese era mi nombre artístico. Al parecer ahora en vez de "Hana con una n" cambiaré a "Posada en singular".