De nuevo heme aquí con una entrada para los tags "Entradas prescindibles" y "Finjo que tengo lectores", y es que yo sé que en general a las personas les importa poco los reviews y síntesis sobre las cosas que han visto otras personas. O tal vez hablo desde mi propia incapacidad de mantenerme enteramente interesada en ellos.
De Makoto Shinkai quería primero que cualquier otra cosa "5cm por segundo". Tenía montones de wallpapers, y es que los diseñadores de backgrounds, ilustradores, coloristas, animadores, y en general todo el estudio son lo que llamamos coloquialmente unos chingones. Sin embargo comencé a ver el boom de "Kotonoha no Niwa" por ser su más reciente película, estrenada en julio de este año.
Si es que alguien conoce o infiere mis gustos en anime se dará cuenta que mis constantes son a) Amistad (deportes, acción, fantasía, slice of life, lo que sea mientras todo súper gay y todos sean mejores amigos por siempre) b) Psicológico (personajes atascados de defectos, lo más humanos posibles, nada fantástico en los perfiles de los personajes, historias que fuercen a los monos a mejorar, estancarse o romperse) c) Artístico. (¿Los fondos están perros? ¿La animación es bonita y fluida? ¿Buena paleta de colores? ¿Un esquema diferente o con otras técnicas? La veo.) y d) Estúpidas. (Debo confesar que estoy viendo Meganebu...), así pues, me puse a ver esta película únicamente porque la animación es cuasi orgásmica, sin tener una sola cochina idea de su trama.
Preludio al filme hay un precioso corto de 7 minutos que me hizo berrear como niña llamado "Dareka no manazashi", una animación que pone a la vista el claro abandono en que dejamos ciertos sentimientos y relaciones, y la manera en la que nos complicamos nuestra manera de relacionarnos con otros al volvernos adultos, y como a veces necesitamos un recordatorio de que las cosas pueden ser tan fáciles como siempre en cuanto no lo pensemos demasiado.
Kotonoha no Niwa más que hablar sobre una historia, presenta personas en una situación. Sin saber sobre el pasado de tus protagonistas y a falta de los monólogos mentales tan famosos en las películas, podemos ver a un estudiante de secundaria con la costumbre de faltar a las clases en días de lluvia para ir a un bello jardín japonés a dibujar bocetos de zapatos, y es en este lugar donde ve por primera vez a una mujer con la costumbre de sentarse a tomar cerveza y chocolate mientras deja pasar el tiempo.
Estas dos personas se unen, se esperan, aún sin saber nada la una de la otra, la lluvia matinal se vuelve el deseo de ambos para poder compartir de la presencia del otro y olvidar por un momento lo frágiles que son, lo que tienen que enfrentar o aquello por lo que tienen que luchar.
Pero la lluvia no es para siempre, ¿y qué hacen ahora solos de nuevo en estos tristes días soleados?
¿Qué le pasa a cada uno? Es inevitable pensar ¿cómo carajos pueden faltar tanto a la escuela y al trabajo para ir a hablar de nada y desayunar en un jardín como si no hubiera mañana?
En la primera mitad de la película lo ves todo del punto de vista del chico, así que puedes enterarte de su familia, su escuela, su trabajo, y algún pequeño monólogo de 3.1416 segundos suficiente para que te enteres de sus aspiraciones, sus inseguridades y esa inevitable atracción a ver a aquella mujer las mañanas lluviosas. Ya luego vemos qué es lo que pasa por la mente de la chica, tan aparentemente despreocupada, qué es lo que piensa del chico y qué cosas les deja esa relación a ambos.
Entonces tenemos que en lo que a waffles se refiere...
Trama: Buena, piensas que es la jalada que ya has visto veinte veces y que lo puedes predecir, pero, jo, esto es Japón, nena, no hay finales Disney (y un final feliz no es un final Disney).
Personajes: Los dos protas mariconean, pero muestran sólo lo necesario para el desarrollo de la historia y de su relación. Yo personalmente sólo pensaba en que quería saber más de ellos, pero te dejan en ascuas hasta el final.
Dibujos / animación: 100 / 10. Te lo juro que si te vale madre la historia, mínimo vela porque la animación es como comer tu helado favorito a la sombra de un árbol en verano, una calidad exquisita.
Música: Buena, no distrae de las escenas y ambienta bien, personalmente disfruté del timbre de voz del tipo que canta la rola del final, que por cierto esa rola está súper gaaaaaaay y te da la impresión de que al final todo hubieran sido arco iris (no estoy diciendo que lo sea o no lo sea).
¿Lo recomendaría?
Totalmente. Veanla con sus amigos, su familia. Yo ciertamente me voy a bajar todas las de Makoto Shinkai y las veré con mi familia cuando hibernemos en navidad.