Fuimos a buscar la cena y no hablamos en el camino. Pasamos por lugares con historias que quería contar, pero antes estaba dejar en claro mis estúpidas inseguridades primero.
Volvimos a la casa y cenamos.
-¿Qué hacemos? -pregunté. Sin hablar las posibilidades se reducían. Nuestras interacciones no eran nada sin la voluntad de convivir.
-Lo que tú quieras -respondió, sincero, con una seriedad extra para que supiera cuánto lo sentía.
-Lame botas.
-Sí.
Dividido en tres capítulos, comenzamos con la velocidad a la que tardan en caer los cerezos, cinco centímetros por segundo. Sin intención consciente al elegirla, fue fácil encontrarse identificados con ese par de amigos de la infancia constantemente separados por la distancia.
Resultaba algo incómodo intentar golpearlo con el látigo de mi desprecio cuando aquellos dos chiquillos desafiaban sus circunstancias inamovibles
para mantenerse en la vida del otro.La narración nos muestra sus memorias desde que se conocieron, paseándose entre bromas, pláticas, fantasías, desnudar los pensamientos, las metas, la razón; las razones.
Una cita es finalmente concertada, justo antes de que la distancia sea aún mayor. El viaje es largo, el frío crece y la nieve aplasta el camino y los planes. Avería tras avería, demora tras demora, el día que podían existir en un mismo espacio físico se termina, y de la ilusión de decirse todo lo que no habían dicho tras su primer separación queda la frustración.
Y el puto frío.
Desolado, Takaki no mantiene esperanza de ver a Akari a cuatro horas del tiempo concertado y mucho menos de volver a verla después de su siguiente mudanza, sin embargo, al llegar a la estación puede verla resguardada del frío, preocupada, incondicional.
Las emociones se desbordan, la distancia se acorta, y por un momento, entre ambos no hay ni kilómetros, ni personas ni situaciones ni culpas ni pensamientos innecesarios. Y entre sus labios tampoco.
Pero, ¿qué sigue después de la realización de que el desborde de sentimientos sinceros sucede en su último encuentro?
El último título al final del tercer capítulo fue la gota que derramó el vaso en mis ojos. No hicimos contacto mientras el filme corría, pero sentíamos el estremecimiento en la espina, las palabras frenadas al llegar a los labios, la distancia a la que pronto volveríamos.
Se arrojó sobre mí y lloramos sin vernos a la cara.
-Te quiero.
Apreté su mano y seguimos llorando. *
Trama: Buena. Chingado que cómo me gusta cuando la trama puede ser definida como "una patada en las bolas por la gran circunstancia que es la vida". No, ya, perdón, en serio. Es muy interesante ver el desarrollo de la circunstancia con personajes no predecibles, sin clichés detrás de una personalidad creada por las masas, sino alguien promedio que pudiera ser un civil de dragon ball cualquiera. Lo mismo como la situación se desarrolla sin miramientos a los personajes, atropellando todo,
Personajes: Si bien soy fanática de las historias en donde se aprecie un desarrollo de personajes, lleve el curso que lleve, esta propuesta tan real de "la vida pasa, independientemente de tu evolución o desarrollo" me gusta muchísimo. El ritmo es bueno, nada confuso o cansado; Takaki es un personaje relacionable para todo aquel que haya tenido momentos de flaqueo, o quienes posean esta cualidad en su personalidad, y bueno, yo me sentí encojonadamente identificada con la chica del segundo capítulo y sentía su dolor y su anhelo.
Dibujos / animación: 10^n / 10. Los personajes se ven muy poco especiales, pero los fondos, su animación y la interacción de los personajes con el medio son increíbles, si eres fanático de la animación te costará trabajo ver la película sin hacer hincapié en alguno de los mencionados.
Música: Pero cómo le gustan las canciones súper puñetísimas para el clímax a ese hombre, por eso ni me lo tomé en serio y eso que era una escena bien importante. Por lo demás me gusta el recurso del silencio para sentirte más empático con la situación, como la espera en el tren para llegar a visitar a Akari, te sientas a su lado a esperar que las horas pasen sólo oyendo el ruido del tren, los anuncios, las personas, su respiración, tus pensamientos.
¿La recomendaría? : Don't watch 5cm per sec. You'll get pregnant and die. Es Makoto Shinkai, y sus historias y su dirección y su equipo de animación, es decir, está buena, la recomiendo, pero, como todo lo suyo (por Dios que hasta las de los gatos son así, carajo) espera la bella y cruda realidad.
*pero como hombres, OSEA. Hombres bien hombres.