viernes, 30 de agosto de 2013

Vestirse raro

Aparentemente, me visto de manera que llamo la atención. Según parece las medias por encima de la rodilla junto a shorts y faldas tableadas, calcetas con rayas o estampados, blusas con moños y volados, listones en el cabello, muñequeras y combinaciones de colores pastel y neutros es algo que la gente considera muy extraño. Si bien me he acostumbrado a que la gente me mire en la calle nunca ha terminado de gustar. Camino con la mirada fija al suelo, como los caballos, para no distraerme al ver las caras de la gente, y deseo con desespero tener algún mp3 y audífonos para no oír lo que me dicen. Nadie me grita cosas "feas", nadie se ha atrevido a insultarme, pero las miradas azoradas de las señoras o los horribles piropos de los hombres hacen de mi uso de la vía pública un sacadero de suspiros de resignación, pero pienso firmemente que aunque esos tres segundos son desagradables ninguna de esas personas vale la pena para que yo deje de vestirme como quiero, porque lo hago para mí y a pesar de ellos y no al revés.

Es bien curioso como al principio la gente necesita saber por qué lo haces. ¿Te gusta un chico? ¿quieres impresionar a alguien? ¿a quién quieres parecerte? ¿quieres enojar a alguien? ¿es una etapa rebelde? (A mi sólo me miran con un enorme signo de interrogación en la cara, por la "suerte" de usar ropa femenina de manera "poco convencional", pero sólo puedo imaginarme la de cosas que deben de preguntarle a alguien con piercings, tatuajes, cabello de colores, ropa rasgada, de colores vivos, de colores oscuros, con cadenas o alguna cosa más "extrema" que unas medias rosa pastel arriba de la rodilla.)
Lo "curioso" es que siempre tiene que haber una razón externa. Tienes que hacer para satisfacer a alguien más o para joder a alguien más. Cantidad de personas se han sorprendido de escuchar de mi boca un "porque me gusta", y es que por alguna razón las personas de verdad creen que la otra gente se levanta en las mañanas y dice "¡Ah! ¡Esto le va a encantar a los albañiles de la construcción! ¡Seguro que podré oír gráficamente la cantidad de cosas sexuales que me harían!" o "¡Wow! Definitivamente este conjunto hará que mi madre llore en la mañana y pregunte cómo es que salí de esta manera y me haga llegar tarde a la escuela por pelear. Perfecto".

y, wow, adivinen qué la verdad es que la gente se pone eso porque le gusta la ropa o no tiene más qué ponerse.
Les daré un momento para sentarse y procesarlo.

Mi razón por usar lolita es la misma por la que uso shorts de tela, blusas muy largas, tonos aguamarina y cafés: porque me gusta. La silueta es bonita, los vestidos me gustan, los modelos son agradables, y me lo pongo cuando tengo ganas y no resulta inconveniente (nada de lolita cuando lavo los baños, orz)
Sea que le guste a mi madre, pareja, amiga de la secundaria, albañil de la construcción de la esquina, señora de las tortillas, lo voy a hacer porque a mi me place y no es discutible cambiarlo porque es un ámbito de mi existencia que no le concierne a nadie que no sea a mí, y a menos que directa o indirectamente afecte a alguien más planearé en cambiarlo, pero seguirá siendo bajo mis estándares, con lo que yo esté cómoda.

Partiendo de esto podemos inferir que, si contra viento y marea lo voy a hacer, lo más probable es que también lo haga cuando hay viento en popa.

Esta es mi visión respecto a las comunidades: si ya lo hacía sola, pos 'ora si me dan rienda lo voy a hacer con más ganas.

Y, pues, ya me conocen, todo este choro mareador fue para decir que
no mames, me hicieron un valentine y se siente tan menos solo ;_____; 

se siente bien saber que hay una voz positiva tras los murmullos de la gente.

sábado, 24 de agosto de 2013

¡Dinkelberg...!

-¡Toda tu reput... aaargh...! ¡Quiero a mi mamAaaarrrgh...!

Para las siete de la tarde del domingo yo me retorcía de dolor de estómago. Había ido a despejarme un rato al centro comercial cerca de la casa que no tiene gran cosa, pero en cuanto mis entrañas empezaron a punzar, decidí irme, comprar fruta de paso y lloriquear como una nena en la cama.

Cumpliendo con el plan recordaba que al principio no distinguía si el dolor venía del estómago, del hambre o del vientre, pero al cumplir los cuarenta minutos de quejidos, decidí que debía hacer algo. Le hablé a mi madre por consejo y tomé las pastillas de la última vez, negándome rotundamente a ir al médico.

Enfermarse y vivir sola es una real porquería.

Me hice bolita en un gabán y comencé a sudar, sentir frío en los pies y la boca secarse. Quería un golpe de voluntad y levantarme a cerrar la ventana, poder levantarme de la colcha y acostarme entre las sábanas como era debido. Quería agua.

"No tengo ni quién me dé un triste vaso de agua".

Esperé quince minutos, tomé fuerza y me levanté a cerrar la ventana; aprovechando la energía bajé las escaleras a tentones con los gatos detrás de mí e hice lo posible por tomar una botella de agua. Creo que sólo he sentido una desesperación así de grande hacia mis dedos cuando toco el piano, porque simplemente no podía tomar la botella con fuerza.

Lo supe en cuanto volteé. Necesito vomitar. Pasaron veinte minutos y mucha autoterapia para aceptarlo cuando me tomé el cabello y procedí.

Debería sentirme mejor. Pastillas, agua, post-vómito.

La noche apenas comenzaba y yo sólo me imaginaba que si fuera a morir me pudriría hasta el siguiente fin de semana que mi hermana fuera a verme.

"Los gatos me van a comer".


El lunes no fui a la escuela. Y yo que tenía trabajos pendientes para entregar.
Lamentablemente, para mí sólo los fines de semana se detiene el tiempo, en cuanto inicia la semana todo el tiempo está repartido y cualquier retraso sólo significa menos sueño y más estrés.
En la tarde hice las tareas que necesitaba e intenté estudiar lo que mi débil cuerpo pudo.
Cuando llegó el día de mi clase de piano supe por mi confianza que seguramente todo iba a salir del carajo.
-¿Qué pasa?- me dijo Carmen al salir. Es tan extraño que se preocupe porque esté cómoda con la clase, comparado con el gran patán insensible al que estaba acostumbrada.
"¿Estoy deprimida porque apesto?"
Por costumbre al salir sólo quería recostarme en Rodrigo y nenear. Pero Rodrigo no está. A apechugar.


El siguiente iba a ser un día mejor, entraba más tarde, mi estómago estaba mejor y tendría tiempo para estudiar en la mañana y compensar estos días de cuidar a mi sobrino en vez de practicar, quizás limpiar un poco el chiquero que tengo por casa.
Pensé que ya era suficiente de abstinencia lolita, y que si la vez anterior había tenido éxito el usar un petticoat, esta vez podría salirme con la mía nuevamente.
Terminé de estudiar e intenté tomar alguna foto del coordinado. Eran las diez apenas, no tardaría más de diez minutos y saldría.
Vi el reloj. 10:15, la clase era a las once y tenía tiempo de llegar. Caminé hasta la parada y vi el reloj del celular. 10:58.
¿Pero qué dem...?
El reloj se había atrasado y no había forma de que yo llegara en dos minutos a la escuela. Subí al autobús decepcionada.

¡La puta que te...! ¡La tarea de historia...!
Visualicé la USB acostadita en la mesa "para que no se me olvidara".


Hace un montón que no me tomaba fotos. Volvemos a esta onda de que no sé cómo posar y hago estupideces en la cámara. Perdón u ´ u!

Comencé a leer Estudio en Escarlata el día que me enfermé, y fue mi alivio durante los trayectos en los camiones. Ahora que finalmente el misterio se desenvolvía, apenas podía quitar la mirada de las conjeturas de Sherlock y la fascinación de Watson.
Un par de chicos se subieron al autobús. Uno alto, rubio, de ojos de un verde clarísimo y en su cara una clara genética extranjera; al otro quizás le faltaba el nopal en la frente (no me fijé bien si lo traía). El español del primero tenía un acento de persona aprendiendo el idioma, el otro chico lo asesoraba en las frases con algo de superioridad. Miré a ambos de reojo, y aunque ellos notaron mi mirada no percibieron mi "cállense y déjenme leer". Los tres estábamos de pie, y el sujeto rubio comenzó a cantar en mi oído (¿se supone que era romántico? Sólo pude pensar "cáaallate, güeeeey"), el otro sólo hablaba y hablaba, hasta que ambos decidieron mirarme leer.
-I finich... uh ... ridin. -dijo en lo que él pensaba sería un código secreto, un inglés malísimo en el que apenas podía articular frases. Rió y añadió- Chench de peish.
Su amigo no parecía entender, sin embargo él seguía riendo y el otro sólo me miraba y cantaba. Todo parecía sacado de una escena de Beavis and Butthead. Me esforcé por seguir las líneas en el libro y al momento en el que el políglota amigo dijo "deberíamos conseguir libros mormones", Jefferson Hope veía morir y retorcerse en el suelo a un mormón fastidioso y vil.
Esta vez fui yo la que reí.
Lo miré por el rabillo del ojo y le regalé una cínica sonrisa.
Dos cuadras después bajaron sin hacer ruido.

TODO LO QUE QUIERO PARA LA TERCERA TEMPORADA. JESUSAURIO ME AMPARE.

Hoy termina la semana activa. Chopin sigue negándome su amor, Debussy me golpea en la cara, mis dedos no responden, acepté audicionar para un trabajo del que no sé nada (Rodrigo tira paro ai nid yu :c), necesito sacar repertorio de barroco y clásico con violines además de unas piezas con un flautista, pagar la luz, lavar una pila de ropa, comprar la arena de los gatos, pero sobreviví. Carajo que sobreviví, y planeo seguir haciéndolo la próxima semana también.

viernes, 16 de agosto de 2013

Historias de amor que nunca pasaron.

Ligeramente relacionado con esto.
(¿2011? Yo creí que había pasado hace dos semanas D: )


Algunos dioses se habrán puesto de acuerdo de haberme dado una pizca de más imaginación que lógica matemática o coordinación motriz fina, quizás para compensar el hecho de que nada extraordinario fuera a pasar en mi vida, como una manera de equilibrar la monotonía de fuera con excitación dentro de la mente.

Mi dificultad de encontrar un atractivo de potencial pareja en otra persona era balanceado con mi habilidad de análisis y creación de imágenes, no terminaban de pasar los días de negación para cuando yo ya tenía una novela.

"Me gusta. Me gustas."

Lo siguiente a descubrir el sentimiento era tener vívidas imágenes de nuestras conversaciones, los chistes, las bromas, los acercamientos, tomarse la mano, el primer beso, las citas, pero más que nada, ese sentir tan grande en el pecho, un galope, un espacio amplísimo que era llenado de manera más vasta cuando eran suspiros de ellos.

Mi mente ayudaba bastante para crear escenarios completamente palpables, cosas que definitivamente pasaron en un universo alterno.

Con la imaginación de una adolescente hormonal, he sido capaz a lo largo de mi vida de tener montones de finales felices.


Y así he ido de nube en nube.



El fatídico día que escuché el nocturno del cereal en mi bemol a sus manos nerviosas fue cuando comenzó el idilio de dos años de esperar horas en los días de clase, de mirar por la ventana los autos en el estacionamiento, de pasar nerviosamente afuera del restaurante de sushi.
Imaginaba como sería caminar mis dedos por su cabello desde su cráneo hasta los hombros o la historia de su vida en una salida de seis horas.

A pesar de todo mis fantasías eran limitadas, porque yo no podía engañarme a pensar que un noviazgo sería bonito. Yo era plenamente consciente de lo improbable de una atracción mutua, y de que, en los universos en los que sí pasaba, ambos éramos incómodamente infelices.
Por eso viví se me fueron esos dos años de capricho a suspiros.


Noir fue para mí como comer una cucharada de Nutella después de un día de trabajo. Quererla me hacía sonreír, concebirla feliz me aliviaba, y saberme su causa era una obra buena en mi día. Eran cosas ordinarias, pequeñas frases, mensajitos torpes, y yo sentía algo llenándose adentro mío.

Su afición por la arquitectura me hacía mirar fotografías de casas en lugares fantásticos, imaginándonos en una primavera aflojerada viviendo de amor y comidas extrañas, pintando escenas en los muros blancos, haciendo juegos de búsquedas que terminaran en un rescate pagado a besos.

Me acercaba a ella cada vez que tocaba. ¿Amas la música, Pequeño Conejito Soleado? Quizás así podamos estar más cerca, un poquillo más juntas. Tal vez tu me recuerdes cada vez que bailes.

El deseo sólo sucedió para disipar nuestro etéreo amor construido sobre vapores cósmicos de fantasías virginales.
Quiero más.
No puedo darte más. No puedes darme más.
Duele. Me gustas y duele.
Todo se fue tan inexplicablemente como llegó.
Y ya no sabe a Nutella más que a una malteada que debía ser dulce pero no tiene azúcar.



Luego, hace poco, en un derecho y revés de palabras, risas y mensajes, las fantasías volvieron a crearse, ahora con otra mano en las agujas del tejido. Y de poco a poco crecían, bailaban, abrigaban en una bufanda de posibilidades.

Pero como cualquier tejido en donde un revés esté mal hecho, hay que descoserlo todo.




No vengo aquí a quejarme (alprinicpiosí), sino a que nos ríamos juntos de mí.

miércoles, 7 de agosto de 2013

Review de bodyline. COMO CASI NO HAY.

Una vez leí en una loli confession que a la persona le parecía adorable cuando una lolita novata compraba alguna cosa nueva para su guardarropa y se ponía a hacer reviews de todo lo que compraba, así fuera un item que casi todas tenían o fuera un shopping service o una tienda que mucha gente había probado y que las lolitas veteranas sólo las miraban con una sonrisita y asentían como a un niño que descubre las burbujas.

Pues bien, vengo aquí a que me asienten la cabeza diciendo "Sí, mira qué bonito" y les comparto un review.

Los artículos que compré fueron los siguientes.

L389 en Pink/Sax, talla M.


 A mi sobrina pequeña le encantó, yo creo por la gama de colores, porque no es del todo princesil...

La tela es la típica tartan de barata de Melody, un poco tiesa, galletosa, pero no de mala calidad, sólo de bajo presupuesto.

El gran inconveniente que tuve fue el encaje. En algún lugar de mi mente me hice a la idea de que tenía tira bordada en lugar de encaje tipo Parisina, pero al parecer así era en la imagen de stock...

No me quedó del busto (mi error, aunado al hecho de que el área del busto es para una copa pequeña) así que se lo dí a mi madre para que lo revisara y arreglara (lo que quiere decir que así como vino se fue y no estuvo ni un día en mi casa).



El encaje.

Los moños desprendibles (que sí se quedaron en casa)

El vestido está  "bien", y califica como lo que en mi rancho decimos "Pues qué esperabas por cien pesos", así que el recuento de los daños fue:

Calidad de material: 7/10
Calidad de confección: 8/10
Medidas: Yo diría que sí son precisas de acuerdo a la medición de BL.
Precio: Un vestido de 13 dlls, sí, así es.
¿Lo volvería a comprar?: No.

Y también el L510, beige en talla 2L

 Este le gustó a mi sobrina la más grande, sólo suspiró mientras lo veía y decía "Es tan bonito...".

De tela gruesa, suave y resistente, bastante cómoda con una underskirt de chifón suave, mi única "queja" con este vestido es que yo lo esperaba en blanco según la foto, pero al ver la orden el colo que ofrecen es "beige", lo que es cierto.
Aún así no estoy insatisfecha para nada, me quedó al pelo, y esponja un poco aún sin petti. El print es discreto, la combinación con el chifón y los listones son justas~


 Los listones son desprendibles~! Es curioso porque no son tan grandes como para quejarse de quererlos quitarlos, pero pues bueno ahí esta la opción.

La falda de chifón, sólo me hace convencerme que necesito vestidos chifonosos y blusas chifonosas y chifón en general en mi vida.

Calidad de material: 10/10
Calidad de confección: 10/10
Medidas: Precisas de acuerdo a lo especificado en BL. No creo que pueda estirar tanto más de lo máximo.
Precio: Increíblemente bueno en comparación. Entiendo que el precio original de BL fuera más alto, es una cosa buenísima que lo bajaran, yo diría que aprovechen.
¿Lo volvería a comprar?: Sí.

Aprovecho también para decirles que usé el servicio de intermediaria de Yuriko~ La recomiendo mucho, estuvo al tanto de mi paquete como si fuera para ella y me lo mandó directo a la casa y evitar un gasto extra.
Gracias, Yuri-tan ; u ;

lunes, 5 de agosto de 2013

La historia de los postres de mi vida

Desde un principio estaba en mi plan tener un gato. Comencé a buscar desde marzo con poco éxito.
Dejé de buscar para sólo fantasear con la clase de gato que tendría, los nombres que le pondría y qué clase de cosas haríamos juntos.

Busqué en internet personas que dieran gatos en adopción, hasta que finalmente leí el anuncio de una chica que regalaba un gato de tres meses. Pensé que la edad era bastante buena y le mandé un mensaje.

En ese entonces yo maratoneaba Supernatural y tras varios días mientras estaba en eso, recibí la llamada. La chica sonaba agradable y amiguera mientras me hablaba de "Botitas".

"Malo" pensé "si ya le puso nombre ya lo hizo suyo".

No quería que todo fuera resumido a una transacción porque estábamos hablando de una vida, sin embargo no quería esperar, la chica al parecer sentía lo mismo, así que antes de decir que sí decidió mandarme fotos del gato.

Las recibí y vi que el gato era más grande de lo que me había imaginado, sin embargo accedí y consortamos una cita.

Mi hermana y yo nos vimos ese día para ir juntas, sin embargo la chica me llamó por teléfono para decir que cambiaba la hora porque el auto de su novio no funcionaba.

Era obvio que su subconsciente la traicionaba: se había encariñado con el gato y de una manera u otra se haría cargo de que no me lo llevara ese día.

Llegada la hora volvió a hablar y me dijo que no podían encontrar una manera de ir al lugar acordado, así que mi hermana tomó el teléfono y para pronto se ofreció a ir por el animal hasta su casa.

Anduvimos mucho y fuimos hasta las afueras de la ciudad a buscar la casa.

Nos vimos por primera vez y su novio me llevó el gato. Lo cargué e hice cariños, pero de inmediato me rechazó. Pensé que era normal, considerando que no me conocía, así que quise darle las gracias, despedirme y subir al auto, sin embargo el sujeto me lo arrebató de las manos.

"No tienes que llevártelo si no quieres".

"No habría venido hasta acá si no lo quisiera, pequeña personita insolente" pensé.

Nos ofrecieron ir hasta la casa y mostrarnos todos los gatos que tenían y contarnos la historia de "Botitas" y como fue encontrado en la carretera, además de poseer un increíble parecido con los cachorros de la camada de su pareja de gatos.

"Si no estás segura, no te lo lleves. Si no lo quieres, puedes dejarlo, no tienes que forzarte."

Era obvio que no me lo querían dar, y ninguno de mis "sí" fue suficiente, así que sólo les pedí que me mostraran los recién nacidos y en cuanto trajeron todos los gatos mis manos se fue hacia uno blanco que se hacía bolita, lo escuché maullar y supe que lo quería. Volteé un poco hacia los demás y vi los inocentes e inamovibles ojos grises en una cabecita negra sobresaliendo, lo tomé al lado del otro sólo para verlos encajar el uno con el otro en una pelotita peluda temblorosa y le dije que esperaría por esos.

Tardaría alrededor de un mes para que me llamara y me los entregara, desparasitados y vacunados.
"El blanco es en realidad una 'ella', es una niña".
Arreglamos las cosas para después esterilizarla, y tras un "qué bueno que ya te los llevas, de tenerlos yo un día más no podría dártelos: son un amor".

Tardé un puterísimo en ponerles nombre. Yo sólo sabía que tenían que ser un postre. Mi hermana nombro a la gata "Galleta", y es que ambos son unas oreos, y a falta de imaginación mi Galletilla no se pudo llamar de otra manera.
Para el gato fue más difícil. Investigaba postres y postres hasta que un día en la tienda encontré el parecido que necesitaba.
Panqué.
Panquecito y Galletita.


 

Los nuestros han sido dos meses de tranquilidad y amortz. Buscan mi calor al dormir y cuando podían, dormían en mi cuello, hombros e incluso pecho, no rompen nada pero se pelean por ahí y andan de locos, a veces dormimos juntos y ocasionalmente se levantan a lamerme la nariz o la boca (lo intentan) y dormir más cerca de mí; otras más me maúllan hasta que les hago cariñitos.
Ya están bien grandotes, pero es que hasta ahorita conseguí la cámara de vuelta. Mientras tanto han sido mi compañía en mis fotos del skype.


Gracias, pequeños postrecillos~


[En otra nota, si es que siguen aquí, muchas gracias y una disculpa por un mes de inactividad, ahora que tengo la cámara de nuevo ya puedo tener borradores más certeros y escribir. Gracias nuevamente por no abandonar mi puesto de feria de internet~]