viernes, 28 de marzo de 2014

Semana de cumpleaños


 Hasta este momento mis cumpleaños siempre habían sido organizados por otras personas, y de alguna manera lo creí normal, así que cuando me fui quedando sin personas que tuvieran la suficiente voluntad como para hacer algo conmigo, cada dieciocho de marzo pasaba a ser sólo otro día en el que tal vez podía comer pastel.
Este año decidí cambiar el acercamiento a la fecha, ya que paulatinamente y sin que fuera tan notorio, algo en mí cambió. Mi manera de sentir, de reaccionar, de actuar, de ver la vida. La cocción del waffle ha cambiado: esta es una masa de pan diferente.
Ahogarme en autocompasión no me llamaba tanto la atención, y no me sentía particularmente avergonzada de pedirle a las personas de mi vida que pasaran tiempo conmigo porque era importante para mí, así que decidí hacer una atenta invitación a mis compañeros de clase a celebrar el puente y mi nacimiento.
La respuesta inmediata fue buena, aunque la física no lo fue tanto. Fue una reunión corta y regular, pero fue la quedada de Jair lo que hizo que todo valiera la pena.
Son pocas las personas con las que hablar seis horas seguidas resulta tan enriquecedor y divertido, aunque él tiene mucha ventaja por lo mucho que me gusta cómo existe; la manera en la que me inunda el cariño nacido de la empatía de la intelectualidad, las pláticas tendidas, el intercambio de ideas, sus molestas aferraciones, mi constante desinterés a debatir con toda seriedad, los análisis, las ideas sobre la técnica, sobre la vida, las pláticas de pokemon. Me he tardado un año, pero puedo decir que me gusta, que es especial, que al igual que Marychuy ya merece ser llamado por un nombre en mi vida, porque verle me evoca emociones cálidas.
Al día siguiente Dianita me dio un pequeño pastel, comió conmigo y en la noche me mandó un mensaje lo más cursi que me llegó justo en mi talón de Aquiles ahí en donde me derrito del moe y pues ya, oficialmente le dedico mis bendiciones a ella y maldiciones a sus enemigos.

El siguiente viernes quedé de salir con las lolas, pero, como si ustedes no lo pudieran adivinar, aunque todas dijeron que sí, sólo Gabo pudo, así que la dejamos como salida de civiles.
Fuimos a la Galería Libertad, a pasear, a comprar flores para tocados y a tomar café en La Charamusca~

 
 

Era una exposición sobre vírgenes. La patrona de Cuba, más específicamente. De hecho no apestó D: creo que es la primera vez que voy a esa galería y me gusta lo que veo (igual no voy tanto)


   
 El de los vidrios nos sorprendió porque era esmalte de uñas D: ¿cómo le hacen para difuminar el esmalte de uñas y que quede todo así definidito? DX

Había también una sala con exvotos católicos. Yo soy bien ignorante y no sabía que la gente devota hacía eso y bueno, ese era un compilado de exvotos bien chuscos y Gabo y yo nos la pasamos a carcajadas.

Ese mismo día llegaron mi hermano y su familia, y al día siguiente mi madre.
En mi familia la semana previa al equinoccio de primavera es importante porque es la semana de cumpleaños. Mi hermano nació el 15 de marzo, pero fue registrado el 17, yo nací el 18, y mi madre el 19, así que toda esa semana hay festejos y pasteles (al menos cuando vivíamos juntos), por lo que hacemos lo posible por tomar ese puente o días libres para juntarnos y celebrarlo todos.

 ¿Cómo no pasar un feliz cumpleaños rodeada de tan preciosos cachorros de humano? ;////;

Aprovechando que estaba mi cuñada y mi mamá, mi hermana nos llevó al Mercado de las Flores a antojarnos de orquídeas que no podíamos pagar y plantas que no florecerían tan bello en nuestra casa como cuidadas por las personas que a eso se dedican~

 
 

¡Es todo tan bonito! Les juro que si por mí fuera y viviera en mi casa (o más bien si mi madre no hubiera estado allí) esa piña ya estaría plantada en mi cochera 8D. Y un jardincito de cactus con flores (SOON! e_e)

Mamá viajó con pasteles de Monchy's (pastelería local famosa de Durango) y Kane así que todo el fin de semana cerdeamos tragando pastel. Fue hermoso.


Al día siguiente yo tenía que cumplir mi sueño e ir al museo regional a ver la exposición con el gran esqueleto de mamut.
Esto es importante porque yo toda mi infancia quise, fervorosamente, ser paleontóloga / arqueóloga (¡ambas!) y me la pasaba viendo documentales de dinosaurios, climas, flora, civilizaciones, yendo a museos, ruinas arqueológicas, hablando con gente, leyendo los pies de fotos de los libros de texto gratuito, en fin, yo estaba decidida a ello.
No hablaremos (todavía) de cómo me arrancaron ese sueño, el punto aquí es que mi sobrina (la niña más grande que sale en la foto de arriba) es como yo y estudia hardcore todo lo relacionado a los fósiles, por lo que yo me sentía soñada de ir con alguien que comprendiera mis frustraciones anhelos.
Yo iba con mis sobrinos más pequeños así que no pude detenerme a leer las placas, y como no tenía la cámara, tampoco pude hacer fotos de las cosas maravillosas que había (pocas, pero que servían para incitarme al conocimiento), así que ciertamente pienso volver, pero, mientras tanto...

Ya tengo mi foto con el mamut ~












domingo, 23 de marzo de 2014

Hablar con la gente IV


Buscaba en el agujero negro de mi bolsa monedas suficientes para pagar un té Arizona. Conté moneda a moneda hasta completar once pesos: le dije adiós a mi último circulito con un cinco grabado y guardé toda la morralla que quedaba.
Un chico que iba caminando a mi lado desde hacía una cuadra me detuvo al girar en una esquina.
-¡Oye! ¡Se te cayó esto! -dijo, entregándome cinco pesos.
Estaba casi segura de que en mi cartera sólo había cincuentascentavos, unpesos y dospesos, pero también reconocía haber maniobrado mucho con la bolsa.
Apelé a su buena fe y aunque tenía mis dudas tomé el dinero, miré su rostro y le sonreí.
-Gracias. -di una pequeña reverencia con la cabeza y mientras volteaba escuché que me volvía a hablar.
-¡Ah! Bueno, no quería quedarme con las ganas de preguntarte, y... ¿cuál es tu nombre?
Yo sabía que no traía cinco pesos, pero si estaba dispuesto a gastar dinero en detenerme en la calle para hablar, merecía saber mi nombre.
"Ah... Mi nombre vale cinco pesos" pensé mientras me iba.


La moda del grupo son los catorce años, variando con una chica de doce, su hermano de dieciocho y en una orilla aparte un pan duro de veintidós.
La lección hablaba sobre términos referentes a los estados civiles en francés, con datos sobre el número de personas que se casaba, divorciaba, o vivía en unión libre. En una esquina de la página estaba una caricatura de una pareja saliendo de la iglesia y niños arrojando arroz sobre la pareja y una olla sobre la cabeza de la novia, se leía a una mujer diciendo "Je leur ai dit de jeter le riz crue, pas la casserole!"
Uno de los chicos de catorce, siempre hablador, lleno de la ocurrencia propia de su pubertad, preguntó.
-Maestra ¿qué es "riz crue"?
-Oh, Santiago, eso significa "arroz crudo".
La chica de doce se exaltó.
-¿Y para qué quieren arroz crudo en una boda?
-¿Pero qué tradiciones son esas? Franceses locos -continuó Santiago.
-No es cosa de los franceses, Santiago, aquí también se hace, o bueno, se hacía, aventar arroz a la pareja saliendo de la iglesia como símbolo de prosperidad.
-¿Qué? -dijeron ambos, con expresión de no poder haber escuchado una cosa más ilógica.
Me reí.
-Oh, vamos ¿que no fuiste a una boda en los noventa?
-Pues no, considerando que nací en el '99.
Me quedé boquiabierta un momento.
Chingado, ¿qué pasó en el mundo que tú y yo estamos tan lejos en una cosa tan común?


Le contaba a Mary mis penas del dinero que se iba en fugas de agua y cuentas qué pagar. La angustia que da saber que tienes el dinero contado, que más te vale no necesitar nada después porque ese dinero se irá y habrá que esperar pacientemente hasta volver a tenerlo y no sangrar de ningún lado que necesite más.
-Hice los pagos en varias partes porque me duele muchísimo el codo pagar todo de una sola vez, al menos así me engaño dándolo en partes y no sufriendo dejando de tener dinero de repente. Ya sabes, aproximaciones sucesivas.
-Pero igual tienes que darlo todo. Por ejemplo, si vas al oxxo y pagas la luz, ahí mismo podrías poner saldo y pagar el agua, pero al no hacerlo ahora hasta pierdes tiempo, pudiendo haberlo hecho todo junto.
-Anda, sí, de hecho justo eso me pasó...
-José Luis me dice "¿y para que te aferras a ese dinero? Ese dinero ya tiene dueño, ya es de otra persona: sólo lo estás reteniendo" Y creo que tiene razón.


-Vamos a leer sobre los tipos de composiciones familiares en Francia -explicaba la maestra- y vamos a discutir las diferencias o similitudes con las de México ¿sí?
Sin mucho entusiasmo los chicos asienten y escuchan los datos de la lectura. El texto habla sobre la costumbre de que la mujer lleve el apellido de su marido en un matrimonio heterosexual.
-¿Eso también pasa en México? -pregunta la docente.
-No.
-Así es, aquí se usa el apellido de soltera más un "de" y el apellido del esposo, aunque sólo en los documentos oficiales.
Una masilla cuadrada de pan se queja.
-¿En los documentos oficiales el nombre cambia por el de casado?
-Sí, en el acta de matrimonio y de ahí en delante todo lo que quieras hacer con esa acta es "de alguien".
La cara de asco fue imborrable.
-¿Pero cuál es problema que te parece tan inconcebible?
-El sólo hecho de que en un documento oficial tu nombre tenga sentido de pertenencia a alguien.
-Ay, no, cómo lo ves así, si...
El chico ocurrente, insolente y sin argumentos más que la sola idea de llevar la contraria interrumpió.
-Pues depende de cómo lo veas.
-Pueden decir lo que quieran, pero "de" es una preposición que indica pertenencia, y eso es algo que, por mucho que intenten justificar, va a seguir siendo.
Nadie dijo nada.
La lectura continuó.
-"Una familia compuesta"-decía el escrito-"es aquella conformada por dos personas con hijos de matrimonios anteriores que deciden vivir juntando las dos familias".
El arrebatado ojiazul dejó ver sus complejos y al terminar la frase ladró:
-Eso es una tontería y obviamente no funcionaría ¿a qué clase de idiota se le ocurriría?
-No lo sé -la voz fue incisiva y delicada- Quizás, depende de cómo lo veas.

viernes, 7 de marzo de 2014

"La persona a la que me gustaría conocer" y mensaje oculto entre las runas.


Mi debilidad son los cuenta cuentos. Quizás porque padezco de la misma enfermedad, pero me atrapa la gente que puede envolver con sus palabras al hablar, al contar la más mínima cosa. El carisma, el cinismo, la amargura del final de la anécdota que deja pensando: una pequeña sed tras la historia, la sed de que la persona continúe.

Como si no fuera poco, me siento increíblemente atraída hacia las personas que saben mucho, de lo que sea, y que se apasionan por ello: podría sentarme horas escuchando a una persona hablar de mecánica automotriz si a ésta le gusta, tiene la labia para hacerlo y la voluntad de contarme. Me encanta aprender, y me gusta la gente que ha aprendido tanto, pero todavía tiene el fervor de querer más, de que siempre será poco y que eso es lo que lo hace interesante.

Fue hace tiempo que descubrí su rinconcillo en internet. Leí sus entradas hasta que las fechas retrocedieron lo suficiente como para detenerme a pensar que invadía el espacio de una persona. Si bien la palabra "lolita" me llevó a su blog, fueron las palabras que salían de su boca las que me hicieron quedarme.

No actualizaba mucho, pero leía cada escrito como si fuera el periódico matinal, envuelta en sus palabras, imaginando los escenarios, pensando qué haría yo en su lugar, o si alguna vez me había pasado algo parecido.

Y sin embargo me parecía tan lejana. Sus reflexiones eran sólo una cosa resumida de la tromba de ideas en su mente, o al menos eso yo pensaba. Sus amigos, su escuela, sus libros, su trabajo, su familia: ella. No tenía ni idea de nada, pero yo sólo estaba prendada de su perspicacia, su agudeza, y esa falta de información que me hacía querer saber más.

No podía comentar nada. Ella era 18723642347 unidades de huevo más genial que yo, más centrada, más culta, con una mente más receptiva a la iluminación del cosmos y yo era una desconocida del internet que leía su blog.

Publicó un buen día una entrada sobre el lolita y el feminismo y pensé "It's your time to shine, little waffle!": por fin uno de mis temas de los cuales me sentía lo bastante segura y apasionada como para iniciar contacto.
A su siguiente entrada citó mi comentario y no hay tonalidad de rojo definida -ni vestigio- para el color de mi cara cuando lo leí.

El siguiente paso fue seguirla en tuíter (sólo para que vean lo ranchera que soy, a un año de leerla, el siguiente paso era seguirla en tuiter. Por eso sigo soltera, de veras...). Gracias al followback tuve que enfrentarme a mis miedos e inseguridades y dejar de ser una cara anónima, dejarme conocer y conocerla más.

Aún así tengo que tomar mucho valor para mandarle algo, hablar poquito, porque soy un manojo de timidez y un caso perdido.

SEXTA ACTIVIDAD
"¿A qué lolita con quien nunca has cruzado palabra te gustaría conocer y por qué?

(Sugerido por: Kyusagi Nachtstern)
(Ojojojo la ironía...)

"Puede ser o no de tu país o tu ciudad, no importa si no habla tu idioma. No cuenta si has hablado con ella/él por chat o face ¡tiene que ser alguien con quien nunca hayas hablado c:!
Parte del reto sería animarse a contactar, pero eso corresponde a cada quien 8D juju"

HICE TRAMMMMMMMMMMPAAAAAAAAAAA
Porque ya le, uh, ¿hablo? Pero igual y se entretienen con los cuentos de una timida masa de pan.



TL;DR:
Soy súper gay por Kyu. No homo, though.
Sort of.

Más personas que han hecho esta actividad:

lunes, 3 de marzo de 2014

Entre otras cosas, vi "My Mad Fat Diary"

En una sociedad tan basada en lo estético, para bien y para mal, los cánones de belleza pueden, si los dejas, llegar a definir tu vida.
Es increíblemente fácil juzgar a una persona por su apariencia y si esta visión es agradable para nosotros. Esto es problemático desde el principio por la reducción de una persona a lo que se ve, y no es aplicable a las personas que no entran en el régimen de belleza occidental, quienes son echas a un lado por su masa corporal, color de piel, la manera en la que su cuerpo distribuye la grasa, forma de cabello, separación entre los ojos, tamaño de orejas, silueta del perfil, además de que, a aquellas que entran, catalogadas como "bellas" y nada más, son resumidas a eso, tomando cualquier otra cualidad como una "añadidura" a su belleza física.
Ahora, si bien es algo que realmente la mayoría de las personas van a sufrir, hay algunas que, aunando a esto su estabilidad mental, historia familiar y estructuras mentales, esto puede llegar a ser mortificante, y a veces, rayar en lo clínico.


Rachel "Rae" Earl, es una chica de 16 años que acaba de salir de un instituto mental debido a un incidente involucrando navajas en sus piernas. Rae pesa 106 kilos, es ingeniosa, poco femenina y ama la música.
Al regresar del hospital se encuentra con su amiga de toda la vida, Chloe, quien la invita a pasear con sus nuevos amigos.
Poco a poco, Rae se esfuerza por encajar en un grupo, por evitar hablar del hospital, de sus terapias, de sus amigos en el instituto, de sus inseguridades y de sobrellevar la ya difícil adolescencia con ansiedad.

Honestamente yo creí que todo el show se trataría de la chica diciendo "soy gorda e infeliz" y, como además vi unos screencaps de ella con un chico y todo el mundo otepeando, que sería sobre alcanzar la felicidad con el chico súper guapo que mágicamente la quiere.

Pero no. Esta es una serie sobre una chica luchando por su sanidad mental. La chica consigue amigos, citas, se vuelve popular, es divertida, ingeniosa y agradable, y todo el mundo piensa que ella tiene los pies bien puestos sobre la tierra, pero la verdad es que odia su cuerpo, se odia a sí misma, a sus pensamientos, su incapacidad de decir algunas cosas, de hacerlas, de pensar demasiado, de tener celos, y a lo largo de la serie vemos que realmente no importa cuántos amigos tengas, ni salidas, ni citas, ni novios, si tu tienes un montón de porquería adentro de ti. 


"-I just don't like it there. -No! You don't like it anywhere because you don't like yourself!"


Me gusta particularmente el realismo con que todo es tratado, o quizás es sólo que yo me puedo sentir

identificada con ello. Las chicas hablan de sexo, de fiestas, de cómo se ven, de qué cosas tienen miedo, de la mentalidad que les han inculcado, los chicos se presentan como lo que son y lo que tienen que ser ante los demás, ante la sociedad.

Los chistes, las salidas, los problemas con los padres, las peleas con los amigos, son cosas plausibles, cosas que he visto, que le han sucedido a personas que conozco, o incluso me han pasado.

Y sin embargo la serie no es deprimente. Es graciosa, relacionable, dramática.

Quizás hablo sólo desde el "me sentí identificada", pero realmente la disfruto.


Toda mi infancia las características que me definían eran ser gorda, fea y ñoña, (que de alguna manera han evolucionado junto conmigo) y aunque yo me gustaba a mí misma porque me entretenía mucho, me divertía y decía cosas interesantes a mi gusto, estaba consciente de que las demás personas no percibían estas características como "cualidades" y en algún momento todo era muy solitario, todo era un "no importa nada, porque soy gorda y fea".
Y la verdad es que es una real porquería vivir así, que no importa cuantas cosas hagas, cuantos pequeños momentos felices, logros, cuantas cosas en común o interesante conversación tengas, la gente te reducirá a una maldita cualidad física.
Salir de esa encrucijada es trabajo de toda la vida, de ir poco a poco aceptándote a pesar de la opinión popular, de darle valor a la tuya propia, de estar consciente de tus puntos buenos y malos, quizás, sobre todo, entender que en la vida hay 12983617234127 cosas además de la belleza como para hacer de esa el eje sobre el cual gire nuestra vida.

Trama: Trilladona, pero se le puede sacar jugo.

Personajes: Fuera de la protagonista, los demás se quedan algo superficiales, pero eso es por el formato del punto de vista, sin embargo puedes ver que también tienen sus complicaciones, es sólo que no te enteras porque todo está hecho como primera persona, así que sólo sabes lo que Rae sabe.

Formato visual: Agradable, normal, nada muy extraordinario.

Música: La serie está sitiada en el 1996 así que hay puro rolonón noventero 8D

¿La recomendaría? Sí, como una vista casual. Me parece agradable de ver, pero sigue siendo bien teen (que supongo está muy buena si eres adolescente. Yo la hubiera visto fervorosamente de púber).