domingo, 29 de diciembre de 2013

Preach of the Apocalypse Christmas


Al igual que la democracia mexicana, aunque el voto popular para la cena de navidad en casa fue pavo, por razones de dinero se pidió lomo de cerdo. Levanté la voz desde el comedor y hablé hacia todos los miembros de la casa.
-Es necesario que la comida sea vasta. A partir del día veinticuatro viviremos de lo que consigamos, y ese día nadie tiene permitido salir a cazar nada: sepan que si a pesar de esto lo hacen ustedes se quedan solos, han decidido no sobrevivir y yo no voy a ser ningún héroe. ¡Allí afuera es Silent Hill! ¡Estamos en Racoon City! -alcé la voz con dramatismo, como si de verdad entendieran las referencias- Compren cuernitos, MUCHOS cuernitos, el veinticinco es una prueba de nuestra capacidad de sobrevivencia y no habrá ni una sola tienda abierta, ningún lugar para abastecerse de suministros... ¡RÍANSE AHORA! -dije mientras veía la feliz mueca de mi madre, cuñada y hermano- ¡PERO ESE DÍA PASARÁ! Ese día habrá que racionar el gas, el agua, la leña...
-¿Y la comida? -preguntó divertida mi cuñada-
-No, la comida no. Hay que tener respeto a las fiestas y comer hasta la indigestión. Sólo serán dos días, y aunque ya hemos vivido muchas navidades hay veces en que subestiman las fechas.
Cuando terminé de hablar sólo mi madre y mi cuñada seguían ahí.
Tuvimos más visitas de las esperadas y el veinticinco no quedó recalentado de la cena, pero sí espagueti y un chingo de postres para ayudarnos a llegar a la pre diabetes.
-Pero mira, que no quedara carne, ay, Jose, ni deberías de darme el taco para que coman los muchachos...-dijo la Tía Política Visita.
-Yo les dije -comencé- ¡Yo les hablé de este día para que estuvieran preparados pero todos rieron y ahora sólo hay tamales...!


A mis lectores y amigos, ojalá y hayan sobrevivido la navidad de manera satisfactoria. Les agradezco su presencia aquí, Coppe-rin, Yuriko, Ys, Florencia: su presencia, por ligera que sientan, ha ayudado a mi sanidad mental de maneras inmensas. A todos los demás ocasionales lectores, a los anónimos, los silenciosos: gracias por no dejarme hablando sola.

Gracias por seguir aquí.
Felices fiestas~