jueves, 29 de mayo de 2014

Three wrongs make a right


Los miércoles siempre ignoro el despertador. A veces es por eso que lo hago sonar antes de la hora que quiero y poder dormir más. Ese día no fue el caso.
Galleta no durmió conmigo a pesar de tener la puerta del cuarto abierta, lo que me pareció extraño. Prioricé intentar llegar lo más pronto posible a la escuela y corrí por toda la casa poniéndome la ropa, haciendo la mochila, abriendo la puerta, comiendo el desayuno.
Escuché maullidos como los que no había escuchado desde que Galleta y Panqué eran pequeños y lloraban cuando yo no estaba cerca. Preocupada, busqué con la mirada hasta que vi cómo mi gata me buscaba con el costado lleno de sangre fresca. Tuve miedo. Eran las seis de la mañana ¿de dónde iba a sacar un veterinario? ¿Estaba herida? ¿La aporrearon?
La llamé con una voz preocupada y fue entonces que lo escuché: jóvenes y agudos maullidos.
¡¿Cabrona, estabas embarazada?!


Hablar con ella de nuestros principios e ideales es resonar armónicamente, sin embargo puedo entender nuestras enormes diferencias en la manera en la que existimos cada cuál. Ella es sumamente ligera, como un junco en medio de una tormenta, de precioso cabello, largo, trenzado, con ojos entrecerrados, una sonrisa relajada y toda la facha de un hippie inamovible. Le habla a su madre de "tú" y a sus hermanas de "güey", se ríe mientras naturalmente habla de fumar mariguana, hacer malabares, activismo ecológico y le habla a todo el mundo con esa popularidad suya.
Lo planeado para el viernes era salir a comer al centro, visitar museos y pasear sola como la perdedora sin amigos que soy.
Me acerqué a ella al salir.
-Quiero un caldo tlalpeño ¿comemos juntas?
Mis planes se desmoronaron desde que se lo dije.
Otro sujeto se quedó junto a nosotros y salimos.
-Necesito dejar mi bici en la casa de un compa y luego ya vamos.
Salir del estacionamiento fue un lío de diez minutos de esperarla mientras hablaba con toda la gente que la reconocía al pasar.
Caminamos hasta la casa del chico en cuestión mientras el otro hombre y yo esperábamos afuera. La chica tardó un rato y cuando salió ofreció su casa para que comiéramos. Esperamos a su madre treinta minutos y llegamos a su casa, en la que no había comida, a las seis. 
¿A dónde se fueron mis planes?
Los miraba a ambos. Se entendían, la ligereza, el valemadrismo, las diferentes interpretaciones de ser uno mismo dentro del colectivo. 
-¿Tu te vas para allá?
-Sí.
-Entonces, nos vemos luego- se acercó para lo que yo creí sería un beso en la mejilla y sentí sus brazos rodearme, cálida, suave, seria. Sus labios rozaron apenas el costado de mi cara, hicieron una curva al separarse y se despidieron.
Sí, la frecuencia en la que resonamos no es la misma, pero no significa que no sea consonante.


Mi hermana llegó en la mañana, flojeamos mientras veíamos jugar al pequeño demonio que es su hijo. Hablamos al seguro de autos para que cambiara la llanta del carro. Limpié la casa, hice la comida, fui por el mandado. Revisé el facebook.
"La salida a bailar es hoy a las diez de la noche"
Mierda.
Contratiempos. Baño, ropa. Contratiempos. No hay dinero.
Llegamos a un gran edificio con un letrero que rezaba "Barra Havana".
-¿Puedo entrar con mi saxofón?
-No. -respondió tajante el guardia- Puedes dejarlo aquí. Abrió la puerta a un cuarto lleno de escombro y entonces supimos que no podríamos quedarnos.
Pasamos el rato en el billar de al lado cuando me atreví a inquirir que habría sido bueno también haber ido a bailar.
La chica no dudó en pedir la cuenta y emprender la búsqueda de otro lugar.
Eran las doce de la noche y nadie aceptaba nuestra entrada con el saxofón.
-Podemos ir al Barra Havana de más adelante, es más chico, pero ya me han dejado entrar con él.
Fuimos sólo para encontrar que el lugar estaba atiborrado de gente y no había mesas para sentarnos. Pasamos las siguientes horas de pie y sin lugar para bailar.
A la izquierda podía ver a una pareja que bailaba cuasi profesionalmente, al detener la mirada descubriríamos que efectivamente eran alumnos de la licenciatura en danza de la escuela.
Me sentía incómoda, en algún lugar de mi mente salir a bailar era desestresarse y divertirse en movimiento con amigos y al parecer no teníamos el mismo método para alcanzar esa meta.
Ella iba a explotar todas sus habilidades dancísticas, yo sólo iba a mover la cadera y reírme de mis pies izquierdos.
Ninguno era mejor que el otro, pero esa noche, ninguno se cumplió.



Algo pasó en mí ese día. Como cuando dejaron de enojarme las cosas, dejé de sentirme triste con Gladyss, o paré de soñar que Iliana estaba viva, sólo sucedió: abrí una de ese montón de páginas que marco pero no vuelvo a ver y decidí hacerlo: "Brownie in a mug".
Se veía sencillo y rápido, aunque de cualquier manera tenía un montón de tiempo libre de procrastinación para hacerlo; seguí la receta y... no funcionó.
Busqué una nueva que sólo tenía un par de cosas distintas, así que decidí que me importaba un carajo y le puse lo que me salió de los cojones.
Fue mi fuente de felicidad toda la semana. Hasta el momento lo recuerdo con orgullo, y fue ese el parteaguas para lo que me esperaría una vez por semana: experimentos culinarios en el horno, aprender a ser paciente, a aceptar los fallos, a buscar las mejoras sin sentirme derrotada.

Y sin pensarlo, se ha convertido en un involuntario evento feliz~


sábado, 10 de mayo de 2014

No sólo de DMMD vive el waffle

No me cansaré de escribir en éste, mi diario virtual, lo mucho que desprecio las vacaciones. La sola idea de no poder disponer de mi tiempo y que mi familia lo tome por sentado lleva muchos años frustrándome. En momentos como esos recuerdo que mi padre dijo que si me iba a vivir a Puebla no me iría a visitar porque estaba muy lejos y me arrepiento de no haber escogido esa ciudad.

Sin embargo esta semana santa lo tomé muy bien y hablé calmadamente con mis padres para pasar la mitad del tiempo con ellos y la otra mitad con mis amigos. Para mi fortuna un día, después del nacimiento de mi sobrino, de ayudarle a mi hermana con los primeros días de maternidad y pasar tiempo aquí, mis padres me ofrecieron la opción de irme antes de lo planeado. Lo pensé un día, y después de ver si Ys verdaderamente vendría a Querétaro decidí tomarles la palabra. Se hicieron los desentendidos, me miraron como si dijera disparates y aunque yo ya tenía la maleta hecha fingieron demencia y ofensa hacia su persona y no me dejaron ir. 

Después de enojarme como no lo había hecho en meses, me encerré a liberar mis frustraciones terminando las rutas del DMMD que me faltaban. Mi hermana y su familia e invitados vinieron de visita, luego mi hermano y su familia, entonces irse quedaba fuera de la cuestión.

Había decidido hacer las pases conmigo misma y recuperar mi relación con mi sobrina mayor, así que me enfrié la cabeza y me puse en la mejor disposición para disfrutar a mis mocosos adorables. Pude darme cuenta de lo feliz que le hizo volver a llevarse bien conmigo, y pienso que quiero tener un papel activo y positivo en su vida, en especial ahora que va a entrar a la edad del pavo. Trajo a una prima suya del lado de la familia de mi cuñado y me la pasé con ellas todo el día. 

La chica de negro es mi sobrina y a su lado, la de verde, su prima, que con once años ya alcanza los 1.70 :c

Fuimos a la pista de patinaje que casualmente queda como a quince minutos de mi casa. Ya había ido antes con ella a verla patinar, pero yo no había entrado. Creí que sería más fácil de lo que fue, y aún así no me caí ni una vez, pero los estúpidos patines me lastimaron la pantorrilla y hasta el momento tengo la cicatriz.

Fuimos al cine a ver "Río 2", maldita película equis ¿cómo le hacen para que gane tanto dinero y hasta le hayan sacado una secuela?, creo que nunca había comprado combos y cosas al ir al cine, porque, bueno, me parecen una estafa, pero mi cuñado lo pagó todo y yo sólo miraba como se iban los billetes en cosas por las que yo no pagaría aún teniendo el dinero.

El día siguiente fue para disfrutar a mis pequeñas sobrinitas, a quienes llevé a pasear por una glorieta feliz cerca de la casa, limpiar los raspones de las rodillas y comprar su amor con gansitos. En la tarde finalmente vi "Hotel Transylvania" (malísima película, no pagué ni un cabrón centavo pero siento que alguien me debe dinero por haberme sentado a verla) y "Wreck it Ralph" (una película muy mona de mensaje bellísimo con un doblaje proporcionalmente malo). Quería ver el live action de la película de Ruroni Kenshin, pero mi madre llegó y me dijo que iban a reducir mi sentencia por buen comportamiento podía hacer mi maleta e irme a la casa.
Oh, lolita, te extrañaba...

Hogar, dulce hogar. Lo primero fue distribuir mis siete días y llenar la agenda en cuanto pudiera. Decidí lolear por todos esos meses que dejé el lolita en pausa, y ese día salí con Rodrigo a pasear (y que contara todas las personas que volteaban a verme mientras pasábamos, porque no tiene nada mejor qué hacer, al parecer), comprar pastel y ver películas imbéciles ("Somos los Millers"... Porque obvio soy súper fan de las películas de comedia estadounidense) pero con la compañía correcta se hacen llevaderas~

Pasé mucho tiempo con Gladyss. Resultaba importante no sólo porque la quiero profundamente, sino porque, durante casi dos años estuve/he estado en conflicto conmigo misma respecto a ella, con una ambivalencia del amor que le siento y de la poca confianza que le tuve tras incluir personas ajenas a nuestra relación, y ésta vez, finalmente, me liberé de mis propios demonios, salvando en mí sólo el amor y fidelidad que le tenía.

Fuimos a comer a Qing Dao como en los viejos tiempos, hablamos de lo que ha pasado en nuestras vidas, recordamos cosas que han pasado en estos siete años y fuimos a una hermosa nueva sucursal del Café Cucurumbé que abrieron en el centro a la cual ~totalmente~ tengo que ir de lolita ( o a la cual las lolitas locales tienen que ir !!! ). Fuimos a su casa a ver películas, pero sólo terminamos hablando hasta la medianoche y vimos Frozen hasta entonces, luego nos quedamos más rato hablando sobre lo mala que era (esperen entrada al respecto, alisten todos los insultos que me vayan a lanzar 8D). Al día siguiente iba a ver a Gaby después de desayunar con Gladyss, pero de alguna manera terminamos las dos yendo a su casa y luego en la de un amigo de Gladyss a jugar videojuegos hasta la medianoche (de alguna manera me di cuenta de que llevaba dos días sin llegar a mi casa 8D), al final las dos se quedaron en mi casa. 

Gaby se fue temprano y Gladyss se quedó dormida hasta la una, tiempo que aproveché para comprar el mandado, comenzar a analizar la ofrenda musical de Bach, desayunar, revisar las próximas salidas y jugar un poco de DMMD.

En la tarde llegó Rodrigo, poco después de irse Gladyss y recomenzamos la aventura de cierto duendecillo en mallas de Peter Pan (él usa las mallas, yo los cuellos *CHISTE MALO CHISTE MALOOOO*) para rematar con sushi a domicilio y una Q&A sobre género (transexualidad, género fluido, tercer género, hermafroditismo, and that stuff), y un after de videos de una prostituta, teibolera exitosa que además es youtuber (son muy buenos, los recomiendo ampliamente).

No tenía planeado éste coord, sólo salió. Mínimo tiene el mismo esquema de colores ??

Tuve una cita con Yoshi. Quise usar lolita, pero no quería usar todos los frills para no espantarlo, y, wow, hacía mucho que no tenía una cita *blush*, de repente estaba nerviosa pensando en si era buena idea, pero dije, si este hombre quiere salir conmigo después de nuestra primera impresión e interacción, no tendría por qué contenerme en usar una falda esponjadita.

Fue una salida agradable. Nos reímos mucho, dijimos muchas estupideces y si es que quieren saber el resultado de la cita como probable prospecto cuando salimos del café y se dió cuenta de que no nos cobraron una rebanada de pastel y yo me regresé a pagarla puntualizamos que soy muy "moral" (ñoña, bonachona) y menos mamona que él, lo que podría significar muchísima menos diversión para ambos al momento de salir. Pero como compas la llevamos chido, así que, no hard feelings.

Al día siguiente descansé y me dejé erosionar en la cama mientras jugaba dmmd re:connect y leía mis cosas frikis (como podrán darse cuenta la barrita de al lado ya está actualizada con números más grandes al lado de los capítulos leídos...). Mis siguientes salidas fueron con mis padres y con Mapache.

Cuando regresé a casa me di cuenta de que, ésta vez, las vacaciones habían sido placenteras y como yo había querido, y creo que quisiera volver a tomar las riendas de ésta manera, de decidir no pasármela mal, sin importar que la situación no haya sido la idónea, la que lo disfruta o padece soy únicamente yo.

Honey, I'm home now~

martes, 6 de mayo de 2014

Arte tan prohibido como nuestro amor

Mi precioso país tiene las orillas desgastadas, el centro despintado, los bordes casi imperceptibles. Algunos estados tienen vistas tan hermosas como la pobreza de la gente que la habita, otros que no recuerdan el cielo despejado del humo de las fábricas que los mantienen, para unos las fosas con cadáveres cerca de la casa de la tía es común, otros no conocen el sonido de una balacera en la calle pero podrían ser golpeados hasta la desfiguración de ir caminando de la mano de una persona de su mismo sexo en el lugar equivocado.

En Durango hace un par de años todo era miedo: cuando menos lo pensaras podrían soltarse los balazos. Ver las camionetas verdes con militares mostrando los rifles era algo común, a lo que no era grato acostumbrarse. En algún momento algo debió haber pasado que todo se fue calmando. De repente ya no eran tantos muertos, tantas cabezas en hieleras, tantas fosas comunes, tantas narco mantas. La gente volvió a salir, el sonido de balazos de nuevo fue algo extraño, daba menos miedo rebasar en las calles.

Llegué a Querétaro y las cosas eran diferentes. Había más autos que camionetas, los autobuses estaban en mejor condición, las calles mejor pavimentadas, poca basura en las calles, gente caminando tranquila en las noches. La primera vez que oí a la gente quejarse fue por una plaza, que con qué derecho la querían modificar, que si le querían quitar la estatua, que qué descaro. La plaza se cambió, sólo quitándole un escalón a la fuente.

Me reí mucho.

Una plaza.

Allá encontraban armas, gente con muchísimo dinero sin justificante alguno, personas con las manos sucias queriendo limpiar otra porquería. Y aquí se quejaban por una plaza. Pero está bien, maldición, entre lo risible hay un gran alivio de que las preocupaciones sean inconformidades de una plaza y no qué tan cerca sucederá la próxima balacera.

Estas vacaciones mi padre quiso ir a la Galería Libertad a ver la nueva exposición que había causado revuelo por su temática de crítica a la iglesia.


 
  

 

El tema era el nuevo glamour de la iglesia, presentándola como atractiva para sus seguidores, ocultamos entre preciosas sábanas bordadas con colores sacros los condones y viagras con que violamos a nuestros monaguillos, el dinero con el que nos bañamos en lujos: el nuevo catolicismo es sexy, cómpralo~
A mi personalmente me gustó. Fue una conceptualización que te golpeaba en la cara con su fácil entendimiento, además de que la ejecución estaba muy bien realizada; no llegué a leer la información delx autorx, pero tenía muy buen trabajo de diseño.

Mi padre, como no, había querido verla nada más por morbo de qué tan cruda estaba para causar todo el revuelo que estaba haciendo la iglesia queretana, pidiéndole a sus fieles que quemen a los impuros ayudaran a clausurar tan horrible representación.

Como pueden ver la neta está bieeeen light, así como que tu digas, grosera, obscena, cuasi escatológica, pues no está, sin embargo, a pocos días de su inauguración y de nuestra visita se anunció su clausura. 
Mi papá dijo: "pinchis persignados". Tiempo después recorrió otra noticia de una madre e hija violentadas en un parque e ignoradas por la autoridad por alego de ser un pleito doméstico (como si eso fuera una justificación para no proteger a alguien).
Qué curioso, pensé.
En mi rancho hubo balazos, fosas comunes, decapitados, acuerdos silenciosos de corrupciones, pero cosas como censura artística y negligencia en delitos con gente común (osea, la policía jamás te iba a defender de los narcos, pero si un cholillo te quería quitar la bolsa si se lo madreaban) no pasaban.
En mi hermosos país se pagan unas por otras, pero, como todo en la vida, pocas veces está todo el porcentaje mal.