sábado, 6 de septiembre de 2014

Sólo cosas I


Son nuestros encuentros de tres minutos que nos alegran el día. La tonta manera de estar al tanto el uno del otro en horarios que no coinciden, de mantener una relación que no se puede justificar además de agradarnos mucho, en un lugar donde eso no es suficiente.
Nos miramos y fingimos ser maduros y tranquilos, sin poder quitar la sonrisa estúpida del rostro, detenidos en medio del pasillo mientras nos saludamos. Es más pronto que yo a recordar los convenios sociales y se inclina para besarme la mejilla. Su olor siempre había sido muy fuerte, fresco, peculiar y aunque él me gustaba mucho, su perfume no.
-Hueles diferente. -digo, haciendo el esfuerzo porque sonara lo menos extraño posible.
-¿Sí? Es que cambié de perfume.
-Tenías un olor intenso. Sin siquiera verte podía saber que estabas allí.
Le pareció curioso, se sonrió más y con un gesto de la cabeza me alentaba a que le hablara más sobre ello.
Fausto llegó en medio del juego de miradas que tanto sabíamos hacer, peleando con un montón de llaves, libros y un café.
-Buenos días, maestro.
Le ayudamos a abrir la puerta, y los tres minutos terminaron.


La niña se parece mucho a Karla. Maricela, se llama, creo. Sus cejas, sus pecas, su mirada de fingido desinterés, su boca de pato.
-Oye, a ti te gustan mucho los chocolates ¿verdad?
No entendía la suposición, así que sin pensar en responder su pregunta sólo hablé.
-No ¿por qué?
-¿No? Ah, es que como tienes la cara llena de granitos pensé que era porque comías muchos chocolates.
Sus cejas, sus pecas, su mirada de fingido interés: su boca de pato con la que dice lo que tiene en la mente sin pensarlo dos veces.


-¿Alguna vez has besado a una chica?
Esa sería la primera de sus preguntas repentinas camino al trabajo. Y aunque él sea quien inquiera, soy yo la que se queda con la duda. ¿De dónde sacaste el tema? ¿Por qué quieres saber eso de mí? ¿Qué pasa por tu mente y tu percepción del mundo y de mí para hacer esas preguntas que a mis oídos sólo nacen de la nada?
-Sí. Varias.
-¿...Qué?
De poco a poco habla hasta preguntarme lo que verdaderamente quería saber, para luego intentar cambiar mi respuesta a una que pudiera aceptar, pero lo que en realidad me deja en la incertidumbre sobre el estado de nuestra relación es el gran silencio después de la explicación.
Es hasta dando la vuelta en Ezequiel Montes que retoma el habla.
-¿Y por qué no te pones emocional en los "días difíciles" de las mujeres?
De la pinche nada. De ahí salen tus preguntas, Naney.


Detenía el pintarrón con una mano y el cuerpo recostado en la duela cuando el chico  enseriando un poco la voz se dirigió hacia mí.
-¿Sigues reflexionando sobre eso?
-¿Huh?
Mi mano izquierda reposaba sobre mi vientre, la mirada sobre el techo, los dedos de la derecha deteniendo la tabla.
-No realmente. No ahora mismo.
Subimos todos a la duela mientras él daba las indicaciones de los ejercicios, los niños se quejaban del acondicionamiento físico, los maestros gemían disimuladamente y la pianista miraba al suelo contando las repeticiones.
Me dejé caer sobre un asiento, para pronto el chico se sentó junto a mí.
-¿,,,Estás segura que estás bien? Te noto algo... apagada.
Lo miré y sonreí.
-Tengo cólicos.
-¡Oh!
Inseguro sobre qué decir, pero seguro de saber no poder hacer nada, terminó con un "ya veo".
Pensé que era adorable, desde el día que escuchó mis preocupaciones de persona a un año de graduarse hasta el día siguiente en el que tomaría un tiempo para decir
"¿Y... ya no te duele?"


Art is by Takmaj. Con poca o nula relación al texto, sólo quería imágenes bonitas, y qué mejor que Maja Wronska.

3 comentarios:

  1. lo siento si mi comenario no tiene ninguna relacion con el texto...... pero realmente me encantaron esas acuarelas , me quedé varios minitos pegado observandolas , dan ganas de estar en los lugares de las pinturas , o de que realidad se viera así de ..... acuarelada (?)

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  2. ¡Los cólicos son horribles! Tengo recuerdos de mi hermana tumbada en cama por el dolor. Adoro la reacción de los hombres cuando escuchan algo referente a la menstruación, pareciera que es un velo místico para ellos...

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  3. Iba a comentar cosas sobre lo que leí, pero al final todo lo que puedo decir es: si algún día publicás un libro, tené por seguro que voy a ser la primera en la cola apra comprarlo y te voy a perseguir todo lo que sea necesario hasta que logre que me lo dediques y autografíes :P Jajaja

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