lunes, 30 de mayo de 2016

Las cosas son más bellas cuando pienso en ti


Me gusta cuando todo se tiñe de lavanda. Mirar a los alrededores, encontrar en el suelo los rastros de primavera, los autos con el bello problema. Todo eso es por default. La vida ya es bella, el espectáculo es digno de ser observado a detalle sin importar que sean mis ojos los que le mire, pero son éstos los ojos los que le dan el significado que escribo.


Las cosas son más bellas cuando pienso en ti. Imaginarte conmigo cambia la saturación de los colores, el balance de los blancos, el enfoque de las cosas.

Quiero mostrarte tanto. Todo aquello que ya es bello por sí mismo, y a lo que le realzas la belleza al existir en mi vida, lo que me hace feliz, lo que me hace reflexionar, lo que quiero cambiar.


Te quiero cuando estás lejos; cuando te siento conmigo y cuando realmente lo estás.

No es una distancia que arda, que ahueque: sé que estás del otro lado del hilo, sin importar donde me mueva; aquello que veo sólo me sirve para recordar lo que quiero hacer a tu lado, lo que quiero conversar, saber de ti, o que conozcas de mi, nunca aquello que no me es posible.

Porque es posible. Somos posibles. Estamos sucediendo. Somos una cadena de eventos que logró pasar en éste nivel de coincidencia. Una afortunada cadena.


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