miércoles, 9 de mayo de 2012

Dejar ir la ira


Últimamente he tenido muchos problemas con Mei. Esto me es realmente extraño, puesto que hacía años que no tenía drama de nada ni malentendidos ni peleas. Me volví una persona más calmada, así que si alguna vez se presentaba una oportunidad de pleito me mantenía serena y siempre buscaba ser la "mejor persona", acomodando mis argumentos de manera coherente y que expresaran claramente lo que yo sentía y pensaba; fue de esta manera que logré mantener la relativa armonía que hasta este momento tuve. Esto no significa que que no me enoje, que no maldiga, que no azote la puerta o golpee la pared, es sólo que después de escupir todos mis demonios (bueno, siempre hay unos que se quedan) hablo tranquila.

Fue una cosa tras otra. Yo hice cosas sin pensar; ella me lastimó tras malinterpretar, yo me dolí y le reclamé, ella dijo que fue mi culpa, y lo dejamos así.

Luego escribí algo. Así es la cosa con los que escriben: un día sientes las caricias de las manos lectoras, y otras sientes como te cortan la respiración apretando tu garganta.

Me tomaré un momento para explicar como es que surgen algunos de estos escritos que leen aquí (y en algunos otros lados, pero principalmente aquí). Dicen que un mago no revela sus trucos, pero lo bueno es que mi magia son letras viles.

Mi vida no es tan interesante como se puedan imaginar; entre las dos escuelas y mi intento por socializar con los amigos que me han ido quedando he hecho, poco tiempo me queda para salir a tener aventuras por ahí. Pero pienso demasiado. Escucho una plática en el autobús, leo un artículo de una revista, oigo algunas frases que las personas a mi alrededor dicen, recuerdo cosas que me han pasado, y pienso.
¿Haría yo lo mismo? ¿Me parece bien o mal? ¿Me ha pasado algo similiar? ¿Conozco a alguien que sí? ¿Qué opino al respecto? ¿Cómo me hace sentir? ¿Solía hacer eso yo antes? ¿Qué diferencias hay entre la antigua yo y esta que vive ahora? Y así vivo, pensando en estas cosas.

Y luego escribo (bueno, a veces).

Si llevan por lo menos algunas tres o cuatro entradas leídas de este blog, se darán cuenta al leer el escrito que publiqué que es muy... yo. El tipo de recuerdos y reflexiones que hago normalmente aquí. Si decidí hacer ese texto fue por esto (quizás si deba admitir que esto me dio un poco de celos, porque me creía especial y porque yo también estuve pensando en cosas embarazosas como hijos y así, pero trato de sólo decírselo a Rodrigo) y esto.
Efectivamente me recordaron a mí misma, a cuando era pequeña, cuando descubrí el internet, cuando aprendí a rolear, la primera vez que me gustó alguien profundamente, las primeras personas a las que consideré mis amigos.

Y lo escribí. Y lo hice en el tumblr y no en el blogspot porque, como dice el tag, pensé que a más personas les ayudaría allí, porque eso es lo que siempre quiero cuando hago una entrada, cuando publico algo: quiero mover algo en la gente, quiero que lo que les digo les haga pensar, reflexionar, no sobre mí y mis historias y mi vida, sino sobre ellos mismos. Porque de experiencia propia sé que puede ser de mucha ayuda.

Pero no me hago llegar hacia ella, y no sé si deba rendirme y esperar a que la experiencia de perderme como amiga le ayude a pensar más sobre las cosas o deba quedarme, y ofrecerle la innovadora experiencia de tener una amiga que no se va aunque le digas cosas feas.

3 comentarios:

  1. En mí, definitivamente mueves más de un pensamiento, y te lo agradezco mucho. Ojalá yo tuviera un poco de esa capacidad.

    Y aunque no sepa exactamente cual es tu situación, mi opinión es que te quedes... tarde o temprano tu amiga lo verá, y no te prometo que vuelva... pero sí que se dará cuenta algún día de lo que tu hiciste pro ella.

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  2. a mi me gustan tus escritos, son personales pero a la vez son.. no se, muy..no se como describirlos ouo.. <3

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  3. Me has hecho pensar... me he enamorado de este blog

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