miércoles, 16 de mayo de 2012

Peor que si algo malo hubiera ocurrido: no pasó nada

Por alguna razón, Talia decidió reunir a Exostosis nuevamente, con los miembros originales (entiéndase, yo) y con los nuevos tras mi salida (el nuevo bajista).
¿No es un poco extraño? Siempre he pensado en las bandas algo casi como una pareja, y eso era como salir con el esposo de mi antigua prometida.
Pero no era sólo eso. Yo no había visto a Fernando desde nuestro malentendido, y con toda la culpa y arrepentimiento que yo tuve después, así que estaba ligeramente nerviosa. Seguía siendo un buen hombre, atento, alto, ligero y con un aspecto despreocupado, aunque no le concordara la mente. Hablaba con cariño de su novia, y con una naturalidad sin presunción acerca de lo que hacía por ella.
Talia sabía qué no había pasado, así que casualmente usaba esa información para molestarme con esos dejos de arrepentimiento que todavía tenía.

Por ahí del 2010 realicé un viaje a Querétaro con mis amigos, todo pagado por parte del partido político de Leo.

 
 


Aunque las cosas estaban un poco extrañas y el arreglo de asientos me dejó con un chico al que no conocía, tratamos de encontrar algo bueno a pasar un trayecto de nueve horas con un desconocido en un viaje que se suponía era de amigos.

La plática, su voz, sus ademanes me hicieron sentir en confianza, y no fue nada desagradable pasar el tiempo a su lado. Dormitamos juntos; acurrucándonos en el asiento. El autobús estaba calmo, con susurros ocasionales. Pude sentir como me acariciaba el hombro gentilmente esperando que durmiera, haciéndome preguntar cuando fue la última vez que una persona había sido tan considerada conmigo.

Una tonta pregunta de mi parte rompió toda la atmósfera.

¿Cuál es tu nombre?

Nuestros compañeros lo escucharon e hicieron hincapié de ello inmediatamente; el barullo volvió a pesar de la hora, y los comentarios de lo poco que me importaba aparecieron. Hirieron su orgullo, su vulnerabilidad de haber bajado la guardia hacia mí. Simplemente no pude convencerlo de la nula verdad que tenían las palabras de aquellos, principalmente porque no me atrevía a disculparme propiamente.

Perdí la presencia de un buen hombre en mi vida, y si de algo me arrepiento fue de no hacer algo para recuperarlo (si es que se puede considerar haberlo "tenido" alguna vez).

2 comentarios:

  1. Al menos tuviste el valor de preguntar... yo ni eso.

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  2. Concuerdo con Coppelia, al menos tuviste el valor de preguntar. Es una pena que lo hayan mal interpretado u.u

    Btw, no sabía que estuviste (o estás xD) en una banda! Mmmm... O sí sabía? Estos días mi memoria esta peor que nunca... :S

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