lunes, 13 de junio de 2016

Zacatecas Abril '16

Uno de los viajes más importantes que he realizado en el año fue la última semana de abril, a un curso de dirección orquestal en Zacatecas. 



La semana previa, justo cuando me decidí a ir, mi madre me prestó dinero para completar la inscripción, así que tuve apenas esos días para mirar las partituras lo más que pudiera para analizarlas y llegar lo menos peor al lugar.

Estaba muy estresada, con las cosas de la escuela y el trabajo, añadir el análisis de cuatro sinfonías en una semana y arreglar los detalles del viaje para que fueran lo más nobles con mi cartera me hicieron su perra.

Me sentí tremendamente nerviosa; todos mis compañeros tenían experiencia y eran músicos muy buenos, donde un chico de 21, contrabajista y otro director, violinista, hicieron a un lado a los pianistas asignados y leyeron a primera vista en el piano una partitura a cuatro manos, reducción de una sinfonía, sin embargo también eran personas preciosas, y todos fueron realmente amables conmigo, me apoyaban y ayudaban en mi condición de newbie.

Los descansos llegaba a estudiar, y me exhausté a tal punto que me daban dolores de cabeza en mis ratos libres (bravo); hasta que un día decidí salir un poco a ver qué puso la marrana, en un intento medio futil de relajarme.






El lugar era tan tranquilo que hasta los grupos de adolescentes, malandrillos y personas con niños realmente sólo se sentaban a mirar: era bastante raro escuchar un parque con tan poco ruido cuando sí había personas paseando allí.




 Yo también quería noviar allí :v


 Le puse los ojos a ese museo tan bello, definitivamente genial para una sesión lola, o de quinceaños o boda o lo que sea, está bien bonito.

El curso me abrió los ojos a muchas cosas, me hizo ver que era un punto en el espacio, y que eso estaba bien, porque era un punto en el espacio con muchas ganas de aprender; mi maestro decía muchísimas cosas que me hacían reflexionar sobre mi vida, mi profesión, mis sentimientos y la visión en general de las cosas. Fue increíble, además de que la experiencia de tener una orquesta ahí todos los días y un maestro es realmente enriquecedora.





Me estuve hablando con mi madre, Raziel y Gladyss para mantener la cordura. Mi madre me avisó que ella y mi padre irían al concierto y que llevarían a mi sobrina mayor, y entre comentarios Raziel y yo terminamos confabulando para que él también viajara.

El día del concierto finalmente llegó, conmigo preocupada por el minueto de la sinfonía no. 41 de Mozart.


 La recepción fue hecha en el Teatro Fernando Calderón~ un lugar precioso al que vale la pena ir~






El concierto pasó, con sus altibajos, pero fue logrado, y con eso, la experiencia del curso terminada. Todos hablaban de una peda fiesta posterior, pero con mi familia y pareja allí no estaba dentro de mis planes ir.

Fuimos a cenar y hacer lazos y todo fue muy bello~ quería salir y tener una cita cursi ñoña con Raziel, pero al final nos tumbamos en el hotel a hablar y reír tontillamente.

Al día siguiente fuimos a turistear y melosear y hacer que mi yo interno corriera por una pradera feliz. La primera parada fue en el museo al que le traía ganas.







No sólo es precioso el museo, sino que su contenido es una chingonería de arte: ese hombre manejaba varias técnicas, hacía lo que él creía y así vivió su vida, su técnica y mensaje son suficientes para hacerlo a uno pensar. Definitivamente recomendable.

Pasamos después a visitar el templo de Fátima, el más reciente que se ha hecho en la ciudad.



Mandatory stupid picture






Ir con Raziel a estos lugares es genial porque es una enciclopedia andante en general de cosas católicas.




¡Las espinas! Fue un detalle muy chido u//u


 Me recuerda mucho a Toledo

Llevamos a mi sobrina a turistear sin mis padres, pero no vimos tanto como quisiéramos porque teníamos el tiempo contado puesto que mi autobús salía a las 3 de la tarde.



 Monjas divirtiéndose~


Punto de fuga.

Fue un paseo de lo más agradable y empanado que me confirmó mi empanadez y me recargó para continuar con todo lo que vendría adelante.

Zacatecas fue una buena experiencia, integral, que me hizo descubrir varios aspectos de mí y querer trabajarlos~

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