lunes, 25 de julio de 2016

Enchúlame el piano

"Como estoy tonta" pienso mientras estaciono el carro, aunque oraciones similares rebotaron todo el camino. "Llevas copias de todo, menos de la pinche IFE".

Me bajo refunfuñando, y mientras lucho con las llaves en la reja de la casa se acerca el señor Stevens; un señor que pasea por el fraccionamiento y se detiene afuera de mi puerta a escucharme tocar de vez en cuando.
Comienza hablando de su pequeña. Él no lo sabe, pero yo vi esa niña crecer desde el vientre de su madre a cada cita para arreglarme los dientes. Platica que es muy musical, que sabe hacer muchas cosas y es muy talentosa: la misma cantata de cualquier padre primerizo que cree que a su criatura le sobran los dones.

-Me gustaría seguir tocando el piano ¿viera? Pero no tengo uno aquí en Querétaro. Allá en México sí. Yo tenía una maestra que había estado en una academia que entrenaba para hacer maestros de piano. No pianistas: maestros de piano. Y me dejó unos libros suyos de esa academia, como con la esperanza de que yo le siguiera, pero pos ya ve. Y luego el piano que yo tenía me costó dos bicis, oiga. Veía a un señor, un indigente que tenía sus cosas, sus bicis, refacciones y, pues... pura chatarra. Y tenía un piano. Destartalado, con unas tablas puestas encima, la madera cayéndose. Y me le acerco y le digo: "¿me deja ver su piano?", y me deja, pero veo y no tiene arpa de metal, es de madera, y le digo "¿me lo vende?" y dice que no, que ya muchos le han dicho que el arpa no sirve, que no vale la pena y que no, no le conviene, porque, vea esto, oiga, ¡el piano era la puerta del lugar en donde vivía! Y así, cada que pasaba yo le decía que cómo estaba mi pianito, que si lo estaba cuidando, que si un día me iba a dejar llevármelo, y nada que se dejaba el señor, hasta que un día me dice, "a ver, venga", y le digo "¿qué? ¿ya me lo va a vender?" y dice, "no, vender no", y oiga, "tráigame dos bicicletas y se lo lleva", ¡y voy corriendo a la casa y agarro una de las bicis que usaba, ya bastante gastada, y otra más buena y se las llevo! me presta con qué y me lo llevo. Y pos no sabía ni por dónde empezar. Y que me agarro de pieza por pieza... Porque, viera, no está pegado con clavos o tornillos, está ensamblado por piezas. Lo desarmo todo y veo en el fondo una plaquita en inglés con una medallita que dice "Exhibido en la Primera Exposición de Pianos de Inglaterra", y que me meto al internet, ¿sabe usted quien es Erard?

-No.

-Ah, pues es un alemán que se dedicó a la creación de pianos. Viera, yo ni sabía, y eso que pianista y todo. Nomás los conocidos, que Yamaha y así. Y veo el año: 1826. ¡Imagínese! ¡Si el piano estuvo en esa exposición quiere decir que tiene todo eso de antiguo! Y que me pongo a investigar y veo que el piano tiene un hermano, porque es un piano vertical, y es uno de cola y busco más y doy con él. Lo tiene una señora en Estados Unidos. Y le hablo. "Oiga, verá, le hablo preguntando: ¿tiene usted un piano de cola?", "pues sí, así es", "¿y tiene una medallita adentro que dice tal, tal y tal?", "pues sí, oiga", "¿y me lo puede usted vender?", "pues sí, sí podría, pero tendría que esperarme, porque hace poco me contactó el director de la filarmónica de Nueva York para pedírmelo", "válgame, oiga, ¿y en cuánto lo tiene?", "pues el señor me lo ofertó en 40 mil dólares". Oiga nomás. Cuatrocientos mil pesos.

-Es mucho dinero.

-Y dinero que no tengo. Y me dice "¿y cómo lo sabe?" y le platico, que su piano tiene un hermano, y yo lo tengo, que lo estoy restaurando y también tiene la medalla. "Oiga, pues qué bien", "pues sí". Y nombre, pues ahí le estuve poniendo el empeño. En ese entonces trabajaba en reconocimientos y tenía el contacto de un amigo que trabajaba con metal y que le doy las patitas del piano y las partes de cobre, que me las pula, pero es mediante un método especial, que como también conocía, fui a acompañarlo y quedaron ¡uf! como de oro. Luego, pues, ya, nos venimos para acá, así que no he terminado el proyecto, pero ¿cómo ve, mi viejo piano nuevo?

¿Cómo cree, si aquí ando, escribiéndolo en mi blog?

3 comentarios:

  1. Parece un cuento bonito :'( como recuerdas tanto detalle de la plática de un sr. medio random?

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    1. Porque (olvidé decirlo: ¡y era el punto de querer venirlo a contar!) me dijo que encontró el esqueleto de una rata muerta entre las cuerdas y ese es un pensamiento que ya se me había ocurrido antes, así que el me lo vino a confirmar.

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  2. Parece un cuento bonito :'( como recuerdas tanto detalle de la plática de un sr. medio random?

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